Personas mayores y su incorporación a las nuevas tecnologías, muestra de su resiliencia y derrota de estereotipos viejistas.
Resumen
Señor Editor, Nuestra sociedad está envejeciendo a pasos acelerados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la población adulta mayor se incrementará de 530 millones en el 2010 a 2000 millones en el año 2050, en que se espera que una de cada seis personas tenga 65 años o más. El aumento de la población mayor de 60 años es una tendencia demográfica mundial, la que se explica, en parte por la disminución de la tasa de natalidad y mejoras en los servicios de salud (1). Por otro lado, estamos siendo testigos de una adopción acelerada de la tecnología basada en microprocesadores, iniciada con el microprocesador 4004 de Intel, inventado en 1971. La tecnología basada en microprocesadores tiene efectos multiplicadores significativos para la productividad y el bienestar de la sociedad (2). La confluencia de estas dos tendencias podría conducir a resultados beneficiosos para una población que envejece (2), aunque en el escenario actual, la velocidad de estos cambios también podría generar sentimientos de temor y frustración, especialmente al inicio de la adopción de las nuevas tecnologías por parte de personas mayores. El uso de la tecnología durante el proceso de envejecimiento a menudo se relaciona con la mejoría del bienestar y la calidad de vida de este grupo etario. Sin embargo, mantenerse al día con los nuevos productos tecnológicos en la vida diaria puede ser un desafío para las personas mayores que generalmente adoptan más tarde la innovación tecnológica, lo que se conoce con el nombre de “adaptación a las demandas tecnológicas”. Tales adaptaciones requieren una inversión de recursos sensoriales, cognitivos y motores (3), los cuales declinan con el envejecimiento. Otro de los puntos a tener en cuanta cuando nos referimos a nuevas tecnologías y su uso por las personas mayores, tiene que ver con los costos asociados; las personas mayores jubiladas con ingresos fijos pueden no tener los recursos económicos para adoptar un producto tecnológico, como una tableta o un teléfono inteligente, incluso si se percibe su uso como beneficioso. Este último punto nos hace reflexionar sobre las pensiones de las personas mayores, las cuales, en su mayoría precarias, son una barrera infranqueable para el acceso a nuevas tecnologías. Las barreras financieras a la propiedad pueden superarse con planes de financiamiento que permitan que los teléfonos inteligentes funcionen como dispositivos primarios de comunicación telefónica y dispositivos de acceso a Internet (4). El involucrar a las personas mayores con las nuevas tecnologías, va más allá de solo mejorar su bienestar o mejorar la calidad de vida, sino de también generar oportunidades de reinvención, de conocimiento y hasta de ahorro. Por ejemplo, en los Estados Unidos, la mayoría de las aerolíneas cobran un recargo si un consumidor reserva un boleto de avión personalmente en lugar de hacerlo a través de Internet. Sumado a lo anterior, más del 40% de los estadounidenses adultos mayores no usan Internet y, por lo tanto, deben pagar precios más altos por los boletos o buscar a otros para reservar sus tarifas (por ejemplo, familiares o amigos). Como era de esperar, un estudio español mostró que los adultos mayores eran más propensos a utilizar el check-in personal para los vuelos que hacerlo en Internet o en los quioscos del aeropuerto (5). Leer más...Descargas
Publicado
2021-09-14
Cómo citar
Yáñez-Yáñez, R., & Mc Ardle Draguisevic, N. (2021). Personas mayores y su incorporación a las nuevas tecnologías, muestra de su resiliencia y derrota de estereotipos viejistas. Revista Médica De Chile, 149(7). Recuperado a partir de https://mail.revistamedicadechile.cl/index.php/rmedica/article/view/9534
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