COVID-19: dejar morir a los pacientes adultos mayores atenta contra la dignidad humana y el derecho a la vida

Resumen

Señor Editor, «Ninguna persona, joven o vieja, es prescindible», decía en mayo de este año el Secretario General de la ONU, António Guterres. Si bien el Secretario del alto organismo lleva razón por motivos que expondremos luego, es innegable que el escenario se torna especialmente enrevesado cuando los médicos deben elegir, en medio de una pandemia y con escasez de recursos, a qué paciente priorizar para una camilla, a qué persona vacunar primero cuando la vacuna para la COVID-19 alcance su etapa post aprobación, qué grupo debe tener prioridad para un ventilador mecánico, entre otras. En el escenario más complejo de todos, que hemos observado en países como Italia y España, el personal médico ha debido enfrentarse a la difícil decisión de a quién priorizar y a quién dejar morir. Es en este último supuesto donde nos concentraremos. Nuestra intención es desechar cualquier tipo de visión, que aquí denominaremos utilitarista, que pretenda optimizar recursos en desmedro de los adultos mayores por una exclusiva razón etaria y de patologías previas en los pacientes, constituyendo esta visión –a nuestro juicio– un atentado contra la dignidad humana y el derecho a la vida. Apoyando esta visión utilitarista se ha llegado a sostener incluso el “deber de morir”. Leer más...